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Ordenadores de check-in ambulantes: esta es una de las últimas innovaciones lanzadas en el aeropuerto de Ginebra, Suiza. Son, en realidad, robots que se mueven por el aeropuerto equipados con el sistema de check-in; así, cuando un pasajero la nota caminando a su lado, o hasta trombe en él, puede parar y realizar el check-in en ese mismo lugar, sin la necesidad de atrapar las filas en los quioscos tradicionales de retirada de billetes de embarque.

La tecnología es de Sita. “La idea del ordenador vino de la duda constante en los aeropuertos: ¿cómo podemos alcanzar un mejor flujo de pasajeros? Así, llegamos a esa solución, de desarrollar un quiosco autónomo”, explicó el gerente senior de Emprendimientos e Innovación de Sita, Stephane Cheikh. Para él, el quiosco-robot ayuda a hacer el proceso de check-in más rápido y eficiente, y se conecta con los sistemas de las compañías aéreas a través de wi-fi.

Según Cheikh, el aparato funciona con inteligencia artificial y está interconectado con el sistema del aeropuerto. Así, si ocurre algún tipo de problema o hacinamiento de pasajeros en una de las áreas de check-in del complejo, el robot se desplaza automáticamente al lugar para proveer asistencia, sin la necesidad de interferencia humana.

“Una de las principales innovaciones del quiosco-autónomo es que sabe exactamente dónde está. Para ello, utiliza dos métodos: un aparato de geolocalización conectado a un mapa en su servidor, y un láser invisible que descubre todos los puntos interés a su alrededor, determinando así en qué local se encuentra en el aeropuerto “, explicó Stephane Ceikh. “Eso ayudará a aliviar un poco la congestión de los aeropuertos”

Además del robot-check in, otro robot, llamado Leo, imprime la etiqueta para el equipaje y la transporta directamente su maleta para el despacho, en un compartimiento que soporta hasta dos maletas con 32 kilos cada una.
A continuación se muestra un vídeo del sitio Business Traveller mostrando los ordenadores de Sita:
https://youtu.be/r_uNjTU6GNQ

Foto y vídeo: Reproducción
Fuente: Panteras