Noruega
Noruega es un país movido por la naturaleza y tiene mucho más que ofrecer de lo que se pueda imaginar. Tierra de los encantadores fiordos, de la magia de la aurora boreal y del sol de la medianoche, este es un destino para dejar cualquier tipo de viajero extasiado. De norte a sur, existen innumerables experiencias inusitadas, durante todo el año.
¿Alguna vez imaginó caminar en un trineo tirado por renos, igual a papá noel? ¿Alojarse en un hotel donde toda la construcción y los muebles están hechos de hielo? Y seguir de cerca cómo se hace la pesca del famoso bacalao noruego? Estas son sólo algunas de las actividades que se pueden hacer en el norte del país. En la región de los fiordos, la aventura es aún más increíble, con paseos en barco, hoteles históricos, senderos con escenarios deslumbrantes y una gran variedad de deportes radicales.
Las mayores ciudades de Noruega, como Oslo, Bergen y Ålesund, todavía ofrecen una gastronomía aclamadísima, diferente de cualquier otro lugar del mundo, además de riqueza cultural con museos, como el barco vikingo y el pintor Edvard Munch.
Quien tiene ganas de conocer este paraíso, no debe pensar dos veces. El acceso es muy fácil, con vuelos de las principales compañías aéreas europeas. Además, el pueblo noruego es extremadamente receptivo y todo el ambiente del lugar contribuye a que los visitantes tengan momentos inolvidables.
seychelles
Seychelles es un archipiélago de 115 islas situado en el Océano Índico. El destino es conocido por sus paisajes paradisíacos, naturaleza preservada y su multiculturalidad.
Las islas de Mahé, Praslin y La Digue son las principales. En el entorno de ellas, están las llamadas islas interiores, donde vive la mayor parte de la población y ocurre toda efervescencia cultural, por eso ellas son las más visitadas por los viajeros. Las islas exteriores son más alejadas y mantienen sus características naturales prácticamente intactas. Por todo ello, Seychelles son varios destinos dentro de uno. Cada isla tiene sus propias características, paisajes y ofrece diferentes experiencias. Vale la pena explorar al máximo cada rincón del archipiélago y entender por qué se le llama “otro mundo”.
Como Seychelles recibió a personas de diferentes culturas, religiones y tradiciones durante siglos, el país desarrolló raíces multiétnicas, que están presentes hasta hoy en sus lenguas oficiales (creole, inglés y francés), religiones, gastronomía, artes, música, danza y arquitectura.
Además de prezar por sus características multiculturales, Seychelles valora el turismo sostenible. Con cerca del 50% de su área terrestre preservada, el destino se enorgulle de sus prácticas de conservación y preservación de la naturaleza. Hay una diversidad enorme de fauna y flora en las islas seychellois y muchas especies endémicas.
Por todas sus paisajes paradisíacos, naturaleza preservada, clima cálido todo el año y experiencias exclusivas, las islas Seychelles son muy buscadas por parejas para viajes románticos, familias, buceadores, por quienes gustan actividades al aire libre o incluso grupo de amigos.
Mónaco
Mónaco, país situado entre Francia y el Mediterráneo, es famoso por su elegancia, eventos deportivos como la Fórmula 1, grifes y yates gigantes. Sin embargo, el lugar no se limita a las experiencias de lujo y ofrece infinitas otras posibilidades que se pueden explorar en un viaje. Además, por ser de fácil acceso es una excelente extensión para itinerarios en Europa y una forma de cerrar cualquier viaje al Viejo Continente con llave de oro.
El principado, que tiene Monte Carlo como su principal barrio, es excelente para quien quiere aprovechar una exquisita gastronomía, vida nocturna agitada, eventos deportivos y culturales de todo tipo que ocurren durante todo el año, museos de los más diversos temas, playas y actividades acuáticas, compras, tratamientos de bienestar, para quienes se interesan por la historia y la arquitectura o incluso para quienes gustan de explorar y descubrir lugares diferentes y encantadores.
Entre las atracciones del país, sin duda el Casino de Monte Carlo y el Port Hercule, con sus incontables yates atracados, son sus principales tarjetas postales. Otros puntos que valen mucho la pena la visita son el Palacio del Príncipe, la Catedral, los muchos jardines (como el Jardín Exótico), el hermano menor del Port Hercule llamado Port de Fontvieille, el Museo Oceanográfico y el Acervo de Autos Antiguos, entre muchas otras.
Además, el gobierno de Mónaco y establecimientos locales (como hoteles, restaurantes, clubes y otras empresas) están cada vez más preocupados en apoyar iniciativas sostenibles, promover un turismo responsable, invertir en gastronomía orgánica y debatir pautas socioculturales importantes para el futuro del planeta . Incluso hay muchas actividades y lugares que los viajeros pueden ir para conocer más sobre estos proyectos.