El Centro de Portugal es famoso por su diversidad artística. De las pinturas tradicionales esparcidas por las áreas urbanas como Covilhã a los increíbles y coloridos azulejos que visten sus monumentos imponentes, la región posee atracciones que llaman la atención de los apreciadores del arte. Conozca las principales construcciones portuguesas que forman parte de la increíble Ruta de la Cerámica.
1 – Estación de tren de Aveiro
Famosa por sus rías y paseos de moliceiro, Aveiro también guarda un tesoro de la cerámica portuguesa: su estación ferroviaria. Repleta de azulejos azules y blancos, la construcción impresiona por contener la colección más significativa de azulejos en la ciudad. En sus paredes, se forman diversos diseños que retratan paisajes regionales.
2 – Azulejos de Ovar
Ovar es famosa por sus colores y sabores. Pero lo que realmente impresiona es la cantidad de edificios revestidos con bellas piezas de azulejos. La creatividad se siente en todas partes: iglesias, castillos y edificios. Es un verdadero marco para ese arte que ganó fuerza en el siglo 15.
3 – Iglesia de Válega
Repleta de colores y detalles minimalistas, la Iglesia de Válega es una de las obras más impresionantes de Portugal. Tanto su exterior como el interior se remontan a la pasión de artistas que, pacientemente, hicieron una de las más bellas construcciones de la región. Al atardecer, la fachada se convierte en un verdadero espectáculo bajo la luz natural. La parroquia de Válega se sitúa a 6,5 km de la ciudad de Ovar y merece, sin duda, una visita.
4 – Fábrica de Vista Alegre
En Ílhavo, queda la renombrada Fábrica de Vista Alegre. Con más de cien años de historia, esta marca se consagró como una de las porcelanas más codiciadas de Portugal. Es posible hacer visitas guiadas para conocer el proceso de montaje de los productos en su totalidad, presenciando todo el cariño y cuidado invertido en la confección de verdaderas obras de arte.
5 – Fábrica de Faianzas Artísticas Bordallo Pinheiro
Bordallo Pinheiro fue un renombrado artista portugués del siglo 19. Por medio de su talento con la arcilla, creó obras que se convirtieron en referencia artística en todo el mundo. La fábrica que lleva su nombre está situada en Caldas da Rainha, donde es posible ver de cerca piezas decorativas repletas de color y que demuestran la increíble creatividad de Bordallo.