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Região Norte

Situada en medio de la inmensidad del Océano Atlántico, la isla de Madeira posee un litoral rico y con exuberante fauna, listo para ser descubierto por sus visitantes. En un paseo en barco, saliendo del puerto de la capital Funchal, las posibilidades de encontrarse con una ballena o un grupo de simpáticos delfines son certeras, lo que hace de la actividad una experiencia inolvidable.

Los más valientes pueden hacer snorkeling o sumergirse en profundidades que llegan a 3 mil metros, además de nadar con algunas de las 28 especies de cetáceos que habitan los mares madeirenses. El destino es uno de los más privilegiados para esta práctica, gracias a las aguas de temperaturas agradables ya la pasividad de los peces y otros animales marinos que viven allí. Hay lugares populares, como la Reserva Natural del Garajau, en la Isla de Madeira, además de arrecifes artificiales como los navíos naufragados “Madeirense” y la “Corbeta General D ‘Eça Pereira”, en Porto Santo, la otra isla habitada del archipiélago.

Son innumerables las posibilidades para disfrutar, teniendo alrededor la vista de los acantilados y montañas de la costa. Al sur de la isla, las aguas más tranquilas son perfectas para la práctica de deportes acuáticos como windsurf, kayak y stand up paddle. Para aquellos que prefieren aventurarse por olas gigantes, las playas de Jardim do Mar, Pául y Lugar de Baixo ofrecen óptimas condiciones para surfear.

En el lado norte de la isla, los surfistas pueden optar por destinos como San Vicente, Ribeira da Janela y Porto da Cruz, que cuentan con olas que proporcionan adrenalina hasta los más experimentados.

 

Foto: Reproducción