Para atender la gran demanda de visitación, a partir del 19 de febrero, luego del carnaval, las dunas del Parque Estadual del Jalapão, en Tocantins, podrán ser visitadas ya a primera hora de la tarde. La apertura del atractivo más temprano a las 14h, va a propiciar el retorno de todos los visitantes al estacionamiento del acceso a los bancos de arena hasta el final del horario de visita, a las 18h30. Los últimos visitantes deberán ingresar en el área protegida, hasta como máximo a las 17h30, una hora antes del término de la visita.
En el período de la mañana, de las 6h a las 12h, solamente será permitido el acceso – con programación previa – para grupos institucionales, como escuelas; para fines de uso de imágenes comerciales; investigaciones científicas y clases de campo. El Instituto Naturaleza de Tocantins (Naturatins) consideró el volumen intenso de visitación diaria para dirigir los monitores que controlan el acceso de los visitantes a lo largo del día. Actualmente, las agencias de viaje concentran la entrada de los turistas en las dunas en el horario de la puesta del sol, ampliando la demanda del equipo técnico de control y monitoreo de la visita.
Las dunas del Jalapán, de coloración dorada al atardecer, recuerdan un desierto y son el principal atractivo del lugar. La extensa región turística de Tocantins cuenta con decenas de atractivos naturales repartidos por los municipios de Ponte Alta del Tocantins, Mateiros y São Félix do Tocantins. Los visitantes recorren cientos de kilómetros de carreteras de tierra que dan acceso a los ríos de aguas límpidas, como el majestuoso río del Sono y el río Soninho; y cascadas transparentes, entre ellas, las cascadas de la Vieja, de la hormiga y de las arara. Los escenarios esculpidos por el agua y el viento son deslumbrantes. Se destacan el Cañón Sussuapara y arenitos como la Piedra Furada.
Otro diferencial del Jalapão son los “hervederos”, nacientes profundos que forman pequeños lagos. La presión del agua que brota del interior de la tierra permite al bañista relajarse en la superficie de las piscinas naturales sin peligro de hundirse. A pesar de la temperatura ambiente, el agua burbujeando en el pozo de fondo arenoso recuerda una ebullición.
El Jalapão también es la cuna del Capim Dorado, conocido como la joya de Tocantins. La fibra reluce que ni oro y sólo puede dejar el Tocantins después de fabricada. En las manos habilidasas de las artesanas, el Capim Dorado es transformado en bisutería, bolsos, sombreros, piezas decorativas y utilitarias exportadas a los demás estados brasileños y diversos países.
Para mayor información, puede ponerse en contacto por teléfono (63) 3534-1072 o por e-mail: pejalapao@naturatins.to.gov.br.
Fuente: Ministerio de Turismo
Foto: Monique Renne