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La proliferación de conductores de aplicaciones de movilidad en Nueva York -en su mayoría de Uber y Lyft, favoritos entre viajeros corporativos- y el aumento de la congestión resultante de la ciudad, principalmente en la isla de Manhattan, puede llevar a las autoridades locales a aplicar nuevas tasas para el servicio, según el New York Times.

El número de vehículos destinados al transporte terrestre en la ciudad en 2013 era de 47.000, según la Comisión de Taxi y Limousine de Nueva York; a finales de 2017, ese número llegó a 103 mil, más del doble, y con 68 mil de ellos sirviendo a alguna aplicación de movilidad. Sólo el Uber, por ejemplo, cuenta con 65 mil conductores en la ciudad, mientras que el número de taxis está limitado por una ley municipal, y no puede pasar de 13.600.

Uno de los problemas ocasionados por el fenómeno es el empeoramiento de la congestión local. Entre 2012 y 2017, la velocidad media en el centro de Nueva York cayó de 10,5 a 7,5 kilómetros por hora, una reducción del 30% en parte, al aumento de los conductores proporcionando servicios de aplicaciones de uso compartido de viajes.

De acuerdo con el reportaje, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, estaría estudiando incrementar una tarifa municipal por pasajero como parte de un plan para reducir la congestión de la ciudad. El dinero sería invertido en el sistema de metro de la ciudad. Las ciudades norteamericanas, como el Chicaco, Seattle, Portland y Oregón ya cuentan con tasas similares.

 

Fuente: Pantera / The New York Times
Foto: Wikicommons / Francisco Diez